“Con un guion realmente pobre, lo único digno del filme son sus recursos visuales […] uno sale con la sensación de no conocer realmente ni a Humboldt ni a Gauss”

Formato: Película
Año: 2012
Director: Detlev Buck
Reparto: Albrecht Schuch, Florian David Fitz, Karl Markovics, Vicky Krieps, Jérémy Kapone, Àlex Brendemühl
País: Alemania
Duración: 119 min
Género: Aventuras
Época histórica: Alemania y Centroamérica, 1760-1830
Puntuación: ★☆☆☆☆ (Mala)
Sinopsis
La película sigue a los brillantes y excéntricos científicos Alexander von Humboldt (Albrecht Schuch) y Carl Friedrich Gauss (Florian David Fitz) a lo largo de su periplo vital. [Filmaffinity]
Análisis
Detlev Buck opta por trasladar a la pantalla de cine la novela publicada por Daniel Kehlmann en 2005, traducida al castellano como La Medición del mundo: un fascinante encuentro entre la literatura y la ciencia. Como su título indica, la novela mostraba el recorrido histórico de estos dos grandes personajes: el explorador Alexander von Humboldt y el matemático Carl Friedrich Gauss, subrayando sus similitudes y, especialmente, sus diferencias. La novela contó con una buena aceptación en Alemania, pero tristemente su adaptación cinematográfica no da la talla en absoluto. Como en la novela, el director busca como único punto de unión un encuentro real entre ambos científicos acaecido en 1828.
Por desgracia, el filme no recrea dicho encuentro hasta el final -lamento el spoiler- y por tanto durante las dos horas de metrajes asistimos a dos tramas completamente independientes. Su propósito es comparar la vida de ambos personajes y proporcionar diferentes respuestas a las preguntas que plantearon. Pero la realidad es que el resultado es desigual, cada uno merece una película aparte, y el hecho de mezclarlas no enriquece sino todo lo contrario, pues no se dedica el metraje necesario a cada científico.
La película toma como principal baza el contraste entre un Humboldt viajero y dicharachero y un Gauss introvertido y sedentario. Mientras uno exploró el continente americano surcando ríos, trepando montañas y lidiando con indígenas para delimitar geográficamente la Tierra, el otro permaneció en su país natal formulando teorías matemáticas. Para más inri, el guion es incapaz de superar los estereotipos: a pesar de sus diferencias, ambos son seres extraños con dificultades para entablar relacionarse con los demás, encerrados en sí mismos, excéntricos y maniáticos. De hecho, dan verdadera lástima varios desnudos completamente innecesarios, que convierten en más absurda la situación y no aportan nada a la trama.
Tampoco termina la película de ofrecer un tono coherente, pasando de manera abrupta de situaciones cómicamente absurdas a momentos trágicos. Con un guion realmente pobre, lo único digno del filme son sus recursos visuales ante las maravillas naturales del continente americano -esos primeros planos de las mariposas-, ciertas metáforas y juegos de cámara, pero por sí solos vacíos por el desamparo de los personajes. De hecho, uno sale con la sensación de no conocer realmente ni a Humboldt ni a Gauss, se confirma que el primero fue explorador y el segundo desarrolló fórmulas matemáticas, pero de la relevancia de sus aportaciones, sus convicciones más íntimas y su manera de entender el mundo nada de nada. Por tanto, una ocasión perdida. Aún esperamos una biografía fílmica digna de Gauss. En cuanto a Humboldt, sin duda es mejor Humboldt en México. La mirada del explorador, producción mexicana de 2017.