«la épica de Billy el niño asoma a retazos, levantando la manta cada cierto tiempo, de manera discontinua y obligándonos a mirar el reloj hasta la ocasión próxima»
Formato: Miniserie
Año: 2022
Director: Michael Hirst (Creador), Michael Nankin, Rachel Leiterman, Otto Bathurst, David Frazee
Reparto: Tom Blyth, Eileen O’Higgins, Dakota Daulby, Sean O. Roberts, Brendan Fletcher
País: Estados Unidos
Capítulos: 8
Duración del capítulo: 50 min
Género: Western
Época histórica: Siglo XIX
Puntuación: ★★☆☆☆ (Regular)

Sinopsis
Una aventura romántica épica basada en la vida de Billy the Kid, desde sus humildes raíces irlandesas y sus primeros días como vaquero y pistolero en la frontera estadounidense hasta su papel fundamental en la guerra del condado de Lincoln [Filmaffinity]

Análisis
Planteamiento innovador acerca de la vida de William Henry McCarthy (1859-1881), popularmente conocido como Billy el Niño, forajido y cuatrero que acabó por convertirse en leyenda en el salvaje oeste, más si cabe tras su temprana muerte a los 22 años. En esta ocasión, la miniserie propone narrar por entero su trayectoria, desde que durante su infancia se trasladó con su familia (procedente de Irlanda) desde la costa este hasta Kansas, buscando fortuna. El arranque es interesante, el pequeño Billy (ya despierto, callado y pensativo) genera atracción, y la inmersión del espectador en el salvaje oeste de la mano de esta familia irlandesa es un buen acierto: de su mano descubrimos los sueños frustrados, la dificultad para sobrevivir y cómo impera de la ley del más fuerte allá donde no ha llegado la ley.

En ese camino de Billy hacia la madurez se presentan algunas escenas estelares, de condición épica, que anuncian su potencial como pistolero y su heroísmo. Verle empuñar un revólver, imponer respeto para defender a su madre y abrirse camino entre las injusticias del oeste constituye un placer para el espectador, pero desgraciadamente resulta un placer escaso. La miniserie discurre de modo irregular, con contados momentos de interés, cierta lentitud en el suceder de los acontecimientos y sin decidir bien qué se quiere narrar. Las aventuras y desventuras de Billy y su madre, propias del drama familiar (marido alcohólico, trabajo, mudanzas…) se compaginan con una mezcla de thriller conspiratorio (el club de los poderosos) y los rasgos más característicos del género western.
Así, la épica de Billy el niño asoma a retazos, levantando la manta cada cierto tiempo, de manera discontinua y obligándonos a mirar el reloj hasta la ocasión próxima. De igual manera, no se ha sabido construir un universo de personajes y ambientes en el relato: los secundarios transitan sin dejar huella, sin personalidad propia e interactuando lo mínimo e imprescindible con Billy, pero sin tramas propias. Solo la omnipresencia de Billy ordena un relato en ocasiones tramposo, que imprime giros sin avisar previamente.

Para los más puristas, huelga decir que, en su afán por humanizar al personaje, el guion blanquea los inicios de Billy el Niño. Si en esta ficción se ralentiza su evolución hasta convertirse en delincuente, fruto de muchos años, de pequeñas decisiones y de traspasar líneas muy finas, la realidad es que ya en su temprana adolescencia cometió robos y fue arrestado por ello. Por supuesto, esta es una versión más del amplio catálogo cinematográfico de adaptaciones de la vida de Billy el Niño (con más o menos fortuna), pero de las cuales merece la pena citar la dirigida por Sam Peckinpah: Pat Garret y Billy el Niño (1973).