«entre lo más destacado hallamos el arco dramático de Leslie […] Reboza tal humanidad que son verosímiles sus esfuerzos«
Formato: Película
Año: 2022
Ficha técnica: Ver en Filmaffinity
Puntuación: ★★★★☆ (Muy buena)

Análisis
La película narra la historia real de Leslie «Lee» Rowlands, una madre norteamericana que derrochó todo el dinero ganado en la lotería, convirtiéndose en una alcohólica y distanciándose de su hijo. Sin duda, esta cinta de corte independiente nos presenta un relato duro, de violencia psicológica, mostrando sin reparos el infierno que supone una adicción. Cuestiones como el sentimiento de culpa y de responsabilidad, las relaciones familiares, el valor del esfuerzo y la enfermedad afloran en su metraje, infundiendo en el espectador un realismo atroz pero esperanzado. El discurso no es pesimista ni existencialista, pero tampoco almibarado. Sabe dar con la tecla, y eso hace verosímil el relato.

Porque entre lo más destacado de la película hallamos el arco dramático de Leslie, su evolución como personaje. Comprendemos a quienes la critican, pero empatizamos con ella. La achacamos mil defectos, pero no podemos condenarla. Reboza tal humanidad que son creíbles sus esfuerzos por enderezar el camino, sin atajos fáciles inverosímiles. Así, el rodaje de escenas y situaciones semejantes, pero con distinto desarrollo, en diferentes momentos del filme, proporciona un avance satisfactorio en la trama. Se nos presenta una situación compleja, pero su valor reside en ofrecer muchas aristas, en la perspectiva, en la dificultad para tratar a una persona adicta.
Todo ello rodado con mimo y con temple, recurriendo en numerosas ocasiones al plano secuencia. Secuencias extensas, parsimoniosas, que o bien recogen todos los detalles presentes en el escenario de una conversación como se adentran dando vueltas y con zoom en el interior de los personajes, en sus preocupaciones y su mundo interior. A ello contribuye también una correcta elección de la banda sonora, que hasta en algunos momentos rompe la cuarta pared cuando los personajes comentan algo sobre la pieza musical. Las interpretaciones son brillantes, en especial la de Andrea Riseborough como protagonista.

Quizá podrían haberse desarrollado más algunos de los personajes secundarios, especialmente Nancy y Dutch. Su posición de antagonistas queda lastrada por la falta de información y contextualización, pues, aunque opte el guion por señalar lo mínimo e imprescindible, quedan fallas alrededor de su comportamiento y su relación con la protagonista: quiénes son y por qué actúan como actúan. Sobresale, de todos modos, una película valiente, que desparrama naturalidad y sencillez en su narración de unos hechos desgarradores.